Recientemente, ha salido una noticia en la que se comunicaba que se han disparado las denuncias por series y anuncios sexistas. El primer problema que existe es que han tenido que dispararse estas denuncias para que sea noticia. Desde mi punto de vista el hecho de que en pleno siglo XXI sigan ocurriendo estos hechos ya es, suficientemente, importante como para dedicar un espacio en los medios de comunicación.
Estamos en una sociedad en la que esa igualdad entre sexos es simplemente una máscara que no nos deja ver que hay detrás. Nos venden a diario que esa igualdad ya existe, sin embargo, siguen las mismas desigualdades que había hace unos años. Las mujeres siguen siendo las encargadas del hogar mientras que ellos sólo "ayudan" en las tareas. este es sólo uno de los miles de casos en los que somos las propias mujeres las que con nuestras palabras vulneramos esa igualdad.
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Todo ello se ve acrecentado por un sinfín de series o anuncios en los que vemos que utilizan, precisamente, esa desigualdad para hacerla el blanco de sus risas. Además, esas mismas series son las que ocupan las horas de parilla de máxima audiencia, en la que toda la familia se encuentra delante de la televión. Esa es la cultura que les estamos enseñando a los más pequeños de la casa que son el futuro de nuestra sociedad y por lo tanto, los que en un futuro si que podrían conseguir la tan deseada desigualdad.
La publicidad y el seximo merecen un capitulo entero para ellos. No es sólo sexista en cuanto al uso como objeto de la imagen de la mujer, también lo es en cuanto al léxico. Además que lo sea en un anuncio de comida, coches o detergentes es importante pero van dirigidos a adultos con capacidad suficiente para discernir lo que está bien de lo que esta mal. Pero todas las navidades vemos un sinfín de anuncios sexistas dirigidos a los más pequeños de la casa y no decimos nada.
Los anuncios de juguetes son sexistas, imponen ya los patrones de la sociedad a los más pequeños y así no conseguiremos que lo que hoy no hemos conseguido, la igualdad, si pueda germinar en el futuro.
Cada uno que haga lo que quiera, pero a mi de pequeña me regalaron balones de fútbol, coches, muñecas y no he sufrido ningún trauma. Así que los padres ya saben lo que deben hacer, regalarles a sus hijos lo que les guste y no los juguetes que se adapten al rol que la sociedad les ha destinado a sus hijos.
Por Elena Briz